Conferencias de la Universidad Nacional de Córdoba, IX Encuentro AFHIC / XXV Jornadas Epistemología e Historia de las Ciencias

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Indagando los límites de la asimilación entre los modelos científicos y las ficciones
Sergio Alejandro Russo

Última modificación: 05-08-2014

Resumen


Durante las últimas décadas buena parte de la investigación acerca de los modelos científicos se oriento hacia el estudio de las ficciones, preferentemente literarias,  bajo el supuesto de que existen interesantes analogías para trazar entre ambas construcciones.  Aún reconociendo que la naturaleza de este tipo de ficciones dista de ser clara e incontrovertida, quienes se interesan por esta línea de investigación asumen que la comprensión de los modelos científicos puede enriquecerse estudiando en profundidad el alcance de esta analogía.

Difícilmente pueda objetarse que uno de los ejes principales que permitió asimilar los modelos con las ficciones, desde un primer momento, tuvo que ver con el carácter abstracto e idealizado atribuido a los modelos científicos. En efecto, a diferencia de las teorías, los modelos siempre fueron pensados y concebidos como  inadecuados para describir, representar o referir situaciones reales. De ahí que la modelización científica pueda ser concebida como un tipo de ficcionalización. Aún los enfoques que pretenden definir las ficciones funcionalmente, como es el caso de la propuesta de Mauricio Suárez, presentan dificultades a la hora de definir las diferencias entre supuestos ficcionales y no ficcionales al margen de consideraciones en torno a la verdad o inadecuación de los mismos. (Por ejemplo, desde un punto de vista puramente heurístico, tanto los modelos como las teorías deberían ser considerados como genuinos objetos de la imaginación, indistinguibles bajo esa perspectiva).

Ahora bien, la idea de que los modelos presentan características ficcionales se sostiene a partir de asumir una interpretación literal de los enunciados que supuestamente sirven para su descripción. Muchos autores, tales como Cartwright, Giere o Frigg, por citar algunos, sostienen que el único modo de dar sentido a ciertos enunciados científicos, preferentemente las leyes fundamentales de muchas ciencias, es atribuyéndoles la capacidad de describir objetos imaginarios, inter alia, modelos científicos. Y esto debido a que ningún sistema real podría satisfacer tales descripciones. Sin embargo, podría objetarse que esta no constituye la única interpretación posible del estatus de tales enunciados. En efecto, una interpretación no literal de tales enunciados, metafórica o contrafáctica, pondría en entredicho la supuesta falsedad o inadecuación de tales enunciados. De ese modo, quedaría desmontado uno de los supuestos que parecen centrales a la hora de trazar analogías entre los modelos y las ficciones.

Además, los modelos, a diferencia también de las teorías, pueden ser entidades puramente teóricas, pero también materiales. Esta diferencia en su constitución no parece implicar, per se, ninguna diferencia a la hora de asimilar los modelos con las ficciones. Sin embargo, podría sostenerse legítimamente que los modelos materiales presentan funciones específicas, diferentes de las funciones que usualmente se atribuyen a los modelos teóricos. Y si esto es correcto, debería tenerse mucho más cuidado al asimilar los modelos, todos ellos, con elaboraciones ficcionales.

Considero que tratar los modelos, y no las teorías, como ficciones depende de ciertos supuestos, dos de los cuáles hice explícito anteriormente. En este trabajo cuestiono dichos supuestos, principalmente con el objetivo de poner de manifiesto lo que considero como ciertas limitaciones de la analogía. Si los argumentos aquí  presentados resultan convincentes, no sería correcto afirmar que el estudio de las ficciones resulta ser especialmente importante para la elucidación de la naturaleza y el rol de los modelos en la ciencia.

 

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modelo