En esta ponencia nos proponemos analizar los modos en que los marcadores de clase, género, raza y origen nacional se intersectan en una serie de experiencias que involucran a mujeres migrantes que viven en la ciudad de Córdoba transitando por distintas oficinas estatales. Para ello, reflexionamos en torno a una serie de situaciones etnográficas que surgieron durante nuestro trabajo de campo con migrantes peruanas que habitan la periferia urbana de esta ciudad. Valiéndonos de la propuesta desarrollada por la perspectiva decolonial y a partir de pensar la raza como un “signo” (Segato, 2007), buscamos mostrar cómo dicha intersección transforma cotidianamente las diferencias en desigualdades, generando y re-generando fronteras simbólicas y materiales que las personas con quienes trabajamos deben sortear para garantizar su subsistencia. La apuesta de esta ponencia, en este sentido, es especialmente relevante para pensar en el contexto argentino, donde la noción de “raza” ha quedado minorizada en relación con otras categorías analíticas como la de “clase”. En este sentido, análisis como el que aquí proponemos se sostienen en la necesidad de poder nombrar la raza, desenmascararla y enfrentarse a su significado político.