En la actualidad, en nuestro país, asistimos a un Estado que precariza a las mujeres negándoles el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Esta forma de precarización, que supone una desigual distribución del reconocimiento de la vida de las mujeres/varones trans/personas gestantes que no desean maternar es habilitada por el el marco a través del cual leemos los cuerpos. Y  tiene como consecuencia un acceso diferencial a derechos y garantías que expone a grandes riesgos de vida a las mujeres/personas gestantes que definen interrumpir un embarazo.

La lucha por la legalización del aborto seguro y gratuito en nuestro país es histórica. En los últimos días hemos asistido al comienzo del debate en el Congreso de la Nación, por primera vez en 13 años, de una ley que regule la interrupción voluntaria del embarazo. La intención de este trabajo será indagar sobre aquellas acciones en el espacio público que lo reconfiguraron generando un impacto en las representaciones en torno al aborto y una apuesta a que aquellas mujeres/varones trans/personas gestantes que no desean maternar puedan vivir vidas más vivibles. Se analizará, desde una perspectiva butleriana, cómo la irrupción del debate sobre el aborto en la arena pública constituye no sólo la visibilización de una demanda histórica del movimiento de mujeres, sino el derecho de aparecer, el reconocimiento como actores políticos a aquellas mujeres y personas gestantes que ponen en cuestión el mandato heteropatriarcal de la maternidad obligatoria.