Mi propuesta de investigación se enmarca en mi  trabajo final de licenciatura, en el que me propongo abordar desde una perspectiva discursiva las propuestas de enseñanza y lineamientos curriculares, pensados para Lengua y Literatura del nivel secundario, publicados por el Programa Nacional de Educación Sexual Integral en año 2010. Como primera aproximación me interesa reflexionar sobre los modos de reconocimiento sobre aquellos considerados “adolescentes”, “jóvenes”. ¿Qué implica ser adolescente o joven? ¿Cuáles son los cuerpos supuestos? Esos cuerpos no se moldean aisladamente, sino en separación a “los adultos”, por lo que me resulta interesante problematizar como se distribuyen en las redes de saber-poder. Dentro de un paradigma dicotómico se los/las separa y se les asigna roles diferenciados, pero en el caso particular  del dispositivo escolar se puede identificar el par adolescente/adulto/a con alumno/a/docente. Y esta dualidad implica concepciones particulares sobre los/las que pueden considerarse como sujetos-objetos de conocimiento. Pero no se trata solamente de aquello que conocemos o queremos conocer, en este caso la sexualidad, sino de cómo accedemos a dicho conocimiento. La Educación Sexual Integral se nos presenta como la posibilidad de cuestionar este lenguaje disciplinario y normalizador, desestabilizando e incomodando las relaciones jerárquicas entre sujetos sexuados y generizados.