Última modificación: 18-12-2018
Resumen
El título propuesto para la ponencia da cuenta de los temas que guían la presente indagación: la representación de lo natural y lo salvaje, realizado como el bosque, y Caperucita como una forma de producción de sujeto generizado, quien eventualmente sufre las consecuencias que acarrea apartarse de la norma. El concepto de la travesía articula con el motivo del viaje, el cual encapsula los movimientos subjetivos y físicos de los personajes, así como el propio objetivo de este trabajo, ya que atravesar el bosque funciona como una metáfora para recorrer y desmantelar los discursos que se encuentran velados en el cuento tradicional y en sus versiones contemporáneas. Las reescrituras de “Caperucita Roja” que analizaré aquí han sido seleccionadas por su interés en problematizar o subvertir la idea de lo femenino como aspecto a ser disciplinado. Concretamente, el corpus para el presente trabajo está compuesto por cuentos publicados de los ochenta y noventa que ofrecen versiones de “Caperucita Roja” que desdibujan las convenciones a las que este adhiere—la muchacha recatada debe ser cautelosa de los varones, y el muchacho en busca de saciar su apetito es inimputable. El espacio natural es asimismo recreado de maneras divergentes con respecto al espacio del cuento tradicional y esto constituye relacionamientos diferentes con respecto a los sujetos leídos como femeninos o masculinos. Los cuentos que analizaré son “The Werewolf” (Licantropía) y “In the Company of Wolves” (En compañía de los lobos) de Angela Carter, y “Si esto es la vida, yo soy Caperucita Roja” de Luisa Valenzuela.
Aspiro aquí a analizar las variaciones sobre el cuento popular basándome en tres ejes que se cruzan. El primero indaga qué desvíos buscan producir estos textos contemporáneos con respecto a la versión tradicional como tecnología de género. El segundo tiene que ver con cómo las representaciones de la naturaleza que se ofrecen en los textos actuales se relacionan con la cultura (lo que a su vez dejaría entrever cómo se caracteriza la cultura en cada caso). En la intersección de estos dos ejes hago referencia a la relación entre género y naturaleza, y la exploración de cómo se desmantelan, subvierten o exponen los pares binarios fundantes del pensamiento occidental: masculino – femenino, cultura – naturaleza, con su consabida valoración del primer término como normativo y del segundo como desviación o falta. El tercer eje de análisis, que, a mi entender, complementa la indagación, es la movilidad, materializada de manera más evidente en el viaje inciático de las Caperucitas pero que también se produce de manera subjetiva y permite los deslizamientos de los términos de los binomios aquí aludidos.