En las últimos años ha ganado visibilidad la situación de trabajadores sometidos a condiciones laborales  llamadas “de trabajo esclavo”.  El establecimiento de un marco normativo y el consecuente control por parte de los entes estatales  no resultan suficientes a la hora de abordar una realidad que aparece compleja y ligada a numerosas circunstancias que la sostienen ¿qué contención y seguimiento ofrece el estado al trabajador y su estabilidad laboral tras la actuación de los entes de control? ¿Es necesario el desarrollo de un perfil tutelar por parte de las diferentes áreas estatales involucradas para hacer frente a situaciones en que se advierte trabajo esclavo? ¿Cuál sería el rol de las organizaciones sindicales frente a situaciones de trabajo esclavo? La ausencia de acuerdos de cooperación y coordinación entre entidades gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil ¿puede conducir a la fragmentación de responsabilidades y por lo tanto a la inoperancia en los resultados?

Es intención del presente trabajo reflexionar sobre la importancia de espacios colectivos de articulación, que aporte en la implementación de políticas y planes de acción que consideren las condiciones económicas, culturales, sociales y simbólicas que cruzan la realidad social de trabajadores en situación de vulnerabilidad.

Movilizar el compromiso de Políticas de Estado para la erradicación del trabajo esclavo nos inscribe en el contexto histórico actual en términos de los desafíos que implica construir una sociedad más democrática, en la cual el principal motor de la equidad sea el trabajo. El trabajo desarrollado por trabajadores conscientes de sus derechos.