Última modificación: 12-10-2016
Resumen
Los materiales que trabajan sometidos simultáneamente, a temperaturas elevadas y a esfuerzos mecánicos, durante el período de servicio sufren una degradación que pueden conducir al daño del mismo. Entre estos mecanismos podemos mencionar la termofluencia (creep), durante el cual el material sufre una deformación plástica constante a medida que transcurre el tiempo. [1, 2]
Sin embargo, si el material durante su servicio también está sometido a fatiga térmica, se reduce significativamente la resistencia mecánica del mismo. La fatiga térmica se observa en piezas estructurales que sufren una variación de la temperatura (ciclos térmicos), los cuales provocan la contracción y dilatación del material que generan tensiones y deformaciones internas, siendo más considerables aún si la pieza presenta efectos de forma muy marcados.[3]
El objetivo del presente trabajo es el estudio del comportamiento al creep del acero ferrítico 1Cr 0.5Mo, cuando previamente se encontró sujeto a distintos períodos de fatiga térmica.
Se sometió al material a sucesivos ciclos térmicos, calentando a 873 K y luego enfriando a 473 K, durante distintos tiempos, provocando un daño acumulado por fatiga térmica. Posteriormente, se realizaron ensayos de termofluencia por tracción a 893K y una tensión de 168 MPa. A partir de este estudio se evaluó la disminución de las propiedades mecánicas con el tiempo.
En forma simultánea se realizaron ensayos de microdureza para las distintas condiciones y se analizó la evolución de la microestructura utilizando microscopía óptica y electrónica de barrido (SEM) con análisis de espectroscopia dispersiva de rayos X (EDX). Se observó que la estructura inicial del acero 1Cr 0.5Mo presenta distintos precipitados que le confieren mayor durabilidad, pero durante los ciclos se verifica la descomposición de las colonias de perlita/bainita además de la transformación de carburos con cambios en su morfología. [4]