Al acero HP, se le adicionan elementos químicos tales como, Nb, Ti, Zr, tierras raras, con el propósito de formar precipitados estables para otorgarle un adecuado comportamiento [1], cuando es utilizado en equipos que trabajan en condiciones de temperatura y tensión, situación que lleva al material a la degradación por termofluencia o creep.

En laboratorio, se puede simular la condición de trabajo de este acero sobre probetas sometidas a distintas temperaturas y tensiones por medio de diferentes metodologías de ensayo, según la forma de aplicación de la carga, tracción o torsión [2,3]. En este trabajo, con el  objetivo de profundizar  el estudio iniciado por los autores [4] para evaluar la influencia del tipo de ensayo de creep utilizado, se continúa con el estudio de la evolución microestructural del material, mediante microscopía óptica y electrónica de barrido, SEM. Se presenta el análisis de las características morfológicas halladas en cada caso para vincularlo a la metodología de ensayo.