Un importante rasgo del lenguaje sobre el cual pone especial énfasis la hermenéutica de Gadamer es el "auto-olvido esencial" que le es propio; es decir, la esencia del lenguaje implica su inconsciencia. Algo análogo sucede con la percepción puesto que ésta lleva también implícita una inconsciencia (lingüística), esto es, no sólo percibir  es decir que se percibe sino que también supone un mecanismo que lleva implícito un auto-olvido. Esta inconsciencia lingüística que supone el acto de percepción ha llevado a rechazar su vinculación con tratos interpretativos. En este sentido, la teoría de la interpretación de Paul Ricoeur provee de herramientas teóricas que permiten no sólo estrategias para la reflexión y explicitación de los aspectos lingüísticos e interpretativos presentes en la percepción sino también para reevaluar, a guisa de ejemplo, los argumentos de Hanson, Paul Feyerabend y Thomas Kuhn que tocan dicha problemática.