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El aborto inducido representa para Santiago del Estero un enorme problema que involucra a toda la población. Las leyes restrictivas, la falta de compromiso político para la toma de decisiones, la insuficiente educación sexual integral, la pobreza extrema, la falta de humanidad y sensibilización de los proveedores de servicios de salud, son algunos de los factores influyentes para que, las consecuencias al complicarse, se transformen en una verdadera tragedia. Esta investigación demuestra 
que las estimaciones de la razón y tasa de abortos inducidos, son  comparables con las cifras más altas estimadas en países subdesarrollados y repercuten enormemente en la 
peor consecuencia que es la Mortalidad Materna cuya tasa, se pudo demostrar, es alarmantemente alta. El escaso conocimiento y cumplimiento por parte de los efectores de salud de las guías para la atención del aborto “no punible,” complica aún más la situación. A pesar del fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a 
favor de la mejor calidad en la atención de mujeres en circunstancia de aborto, aún no se han notado cambios sustentables. Los abultados costos humanos y económicos por el aborto inducido, demuestran que en Santiago del Estero no se están haciendo bien  las 
cosas en el área de salud, a la hora de evitar lo evitable.