Última modificación: 09-11-2016
Resumen
El psicoanálisis, lejos de constituirse en una perspectiva clínica más, debe entenderse como un producto y una práctica en nuestra cultura. El psicoanálisis sostiene una posición epistémica que ha devenido en un saber docto ocupando un lugar relacional en diferentes producciones teóricas contemporáneas; una referencia indiscutible de los feminismos como de la teoría queer. Tanto una teoría como la otra son instrumentos parciales para asir lo pensable y lo decible sobre cuerpos, sexualidades y subjetividades en este siglo, lo cual nos obliga a reflexionar sobre el potencial político de tales teorías. Dichas teorías se caracterizan por ser especulativas, no sistemáticas, e incluso contradictorias, lo cual las hace factible de diferentes lecturas, como también hace que permanezcan abiertas a las novedades subjetivas. Nuestra intención para esta ponencia es trabajar las categorías “sexualidad”, “zonas erógenas” y “subjetividades”, haciendo énfasis en algunos pasajes recreados por el fundador del psicoanálisis en su obra, que son piezas fundamentales para comprender lo que hoy puede ser leído como posibles trazos “queer” en la teoría freudiana. Dicho intercambio de producciones teóricas, hoy potencian la posibilidad de comprender la existencia de prácticas sexoeróticas diversas, que habitan al margen de lo legítimo y hegemónico.
nbsp;ormal'>Página/12, Clarín, La Nación, La Voz del Interior en 2015, acerca de casos de tripe filiación, adopciones en familias homoparentales y por parte de personas trans.