Nunca como hoy la problemática de género ha instalado a nivel material y simbólico la necesidad de explorar usos hegemónicos del lenguaje, cuestionar prácticas sexistas y rediseñar nuevos emplazamientos de la palabra y el cuerpo que no reproduzcan la lógica del patriarcado. En este sentido, como docentes de la Escuela de Gendarmería Nacional Cabo Raúl Cuello, nos hemos interrogado sobre la representación de lo femenino en prácticas institucionales tradicionalmente atribuidas al hombre, con el fin de desarticular entramados de exclusión. Indagaremos en el paulatino cambio que se está dando en hábitos internos de la Fuerza -como es por caso la enunciación del Decálogo del gendarme y la incorporación de un léxico bigénero, o el uso de uniformes unisex, o la reciente creación de una Secretaría de género- a fin de reflexionar sobre los incipientes desplazamientos que parecieran iniciar un nuevo paradigma inclusivo en un ámbito militar históricamente pensado por y para el género masculino. Así es que nos preguntamos: ¿En qué medida los actores estatales de una fuerza de seguridad como Gendarmería reproducen, profundizan, alteran o subvierten las construcciones discursivas naturalizadas desde el patriarcado? ¿Es posible un paradigma inclusivo en instituciones militares?