Última modificación: 17-12-2018
Resumen
Algunos textos del presente están habitados por seres extraños que presentan líneas de fuga y desvíos con respecto a ciertas expectativas trazadas por lo normativo, o a ciertas presuposiciones o previsibilidades en torno a cómo vivir una vida con géneros y por esa razón, leídos como anómalos, devienen monstruosos. Se trata de monstruos precarios, en el sentido en que Butler piensa la precariedad, como esa afectación que nos hace susceptibles de ser dañados, violentados. Son monstruos frágiles: mujeres violentadas, mujeres quemadas, travestis asesinadas. Todos monstruos que dicen basta, basta al desalojo, a la muerte, a la violencia, a la desposesión y en ese sentido sus precariedades comunes parecen el umbral desde donde se anudan formas posibles de resistencia a la violencia y a la muerte.
Me interesa detenerme en textos de Camila Sosa Villada, Gabriela Cabezón Cámara y Mariana Enriquez para leer los modos de efectuación de esas formas de resistencia que emergen desde los territorios de la precariedad y la vulnerabilidad para poner en evidencia la potencia de un monstruo que nos interpela e impacta.