Nos proponemos revisar cómo se inscribe la Ley de ESI en una genealogía de prácticas políticas y pedagógicas de lxs trabajadorxs de la educación y los movimientos de mujeres y LGBBTTI nacionales, regionales y locales para analizar su implementación, visibilizando experiencias situadas que permitan identificar las condiciones de posibilidad y las tensiones que atraviesan a lxs sujetxs y a las instituciones educativas en ese proceso.

La Ley 26150 de Educación Sexual Integral (ESI) sancionada en 2006 no es un punto de partida -así como ninguna de las leyes que han expandido derechos en la última década- sino un punto de consolidación, de inflexión, en una trama donde la producción de saberes, las experiencias y la participación social de docentes activistas feministas contribuyeron tanto como -o más que- las voluntades y acciones políticas de lxs funcionarixs del gobierno, lxs representantes del poder legislativo o las actuaciones del poder judicial.

Desde nuestra práctica compartida como formadoras de docentes y dialogando sobre nuestros respectivos trabajos de tesis de posgrado, bocetamos algunos avances en la construcción de dichas genealogías y el análisis de experiencias educativas locales en las que participamos como docentes e investigadoras feministas.