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A raíz de la celebración de un convenio contra la desnutrición infantil entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y la Fundación CONIN, me propongo analizar la propuesta de salud sexual y reproductiva que plantea su fundador y presidente, Abel Albino. Utilizo su libro “Gobernar es poblar. Criterios antropológicos y éticos para una correcta educación sexual”, para reflexionar sobre la producción de un determinado modelo de feminidad, donde se define a la mujer en tanto madre, y se coloca la reproducción como una pieza clave en su definición.En este proceso de subjetivación de la mujer, se establece la existencia de una “unión natural” madre-hijo, un vínculo privilegiado asociado a la “responsabilidad biológica” de la mujer, en tanto “pastora de vida” y “proveedora de alimentos” a través del embarazo, parto y lactancia. Esto, interpretado por Abel Albino como un “don natural” que diferencia a las mujeres de los hombres, refuerza estereotipos binarios de género donde la mujer debe ejercer su “vocación afectiva” como “hontanar de la vida” y el hombre, en tanto “jefe de familia”, es el encargado de “llevar el pan a la casa”.

desnutrición infantil; pastora de vida; jefe del hogar